La cátedra Fecoam-COAG-UPCT para la Agricultura Sostenible del Campo de Cartagena nace a iniciativa de empresas y cooperativas del sector agrario para incentivar una agricultura sostenible en la zona gracias a varios proyectos de investigación. El último de ellos es la futura instalación de un prototipo evaporador en la finca Tomás Ferro. La máquina permitirá obtener un residuo sólido (sales) que podrían ser reutilizados para dejar de tratarse como un residuo y pasar a ser subproductos. Para hablar de ello, de otros proyectos y de la situación del Mar Menor hemos querido entrevista ‘En nombre propio’ al director de la misma y experto en Ingeneria Agrónoma, Juan José Martínez.
¿Cuáles son los retos a abordar por la Cátedra de Agricultura Sostenible de cara a garantizar la sostenibilidad ambiental de la actividad agraria en el Campo de Cartagena?
Nos encontramos en una sociedad agrícola en donde toda la responsabilidad de la consecución de alimentos para el mantenimiento de la población humana recae en la agricultura y la ganadería que, desde sus inicios hace ya diez o doce mil años, han ido evolucionando hacia una mayor productividad habida cuenta de los retos de la alimentación de una población humana en constante crecimiento. En el año 2050 se prevé que seamos nueve mil millones de habitantes sobre la tierra y que tengamos que aumentar la producción de alimentos en un 50% y en un 15% las extracciones de agua. Pero a la vez hay que tener en cuenta que el impacto de la agricultura sobre el planeta ha sido muy elevado (las tierras más productivas que sostenían bosque maduros de elevado valor natural fueron tomadas para el cultivo desde tiempos ancestrales y el consumo de agua para la agricultura ya supone el 70% de las reservas de agua dulce del planeta, por ejemplo). A día de hoy las importantes externalidades positivas que genera la agricultura no pueden compensar los impactos negativos sobre el medio ambiente porque sin un medio ambiente sano la agricultura no tiene sustento. O conseguimos una agricultura sostenible desde el punto de vista ambiental o nos quedaremos sin alimentos. Pero, si no mantenemos la sostenibilidad social y económica no habrá quien cultive y el resultado será igual de desastroso.
En el Campo de Cartagena, a raíz de los viejos problemas de contaminación por nitratos del acuífero conectado con el Mar Menor, uno de los principales retos de sostenibilidad que tenemos es la descontaminación del acuífero. La prohibición de la actividad desalobradora en el Campo de Cartagena ha sido de facto una prohibición de la extracción de aguas de pozo para el riego debido a su elevado contenido en sales, lo que ha provocado una elevación del nivel freático y un aumento de la entrada de agua del acuífero cargada de nitratos en el Mar Menor. Tanto los científicos como las administraciones están de acuerdo en la urgencia de extraer estas aguas para desnitrificarlas. Y este fue el principal reto que nos plantearon los agricultores cuando plantearon la creación de la cátedra en la UPCT, el de encontrar un sistema de desnitrificación de las aguas subterráneas, sencillo y económico que permitiera eliminar la elevada carga de nitratos que contiene el acuífero. Pero no es el único reto planteado. A pesar de que el aprovechamiento del agua de riego en nuestra región es muy elevado por el uso de modernos sistemas de riego por goteo y fertiirrigación, nuevas tecnologías ponen de manifiesto que todavía es posible ahorrar un elevado porcentaje de agua y de fertilizantes, por lo que habrá que trabajar por la implementación de esas tecnologías.
Por otro lado, la fabricación de fertilizantes se encuentra inmersa en una intensa fase de innovación en busca de productos que no generen afección negativa a las masas de agua, a la vez que aumentan la productividad del cultivo. La adaptación al cambio climático, el estudio de la huella hídrica y de carbono de los cultivos, la recuperación de determinados paisajes agrícolas y de la biodiversidad asociada a cultivos tradicionales también es un reto de importancia.
¿Cómo valora la inquietud del sector agrícola del Campo de Cartagena por colaborar en la medida de sus posibilidades para mejorar la situación del regadío en el entorno del Mar Menor?
Sin duda ese paso adelante que han dado en búsqueda de soluciones para la sostenibilidad agrícola ha de valorase muy positivamente, entre otras cosas porque pone de manifiesto que contamos con la voluntad proactiva de uno de los principales actores en la escena del conflicto ambiental surgido en torno al Mar Menor. Tras ese importantísimo paso habrá que seguir avanzando, y es nuestra responsabilidad, al menos la de los centros de investigación, pero creo que también la de la administración y de organizaciones sociales, la de ofrecerles soluciones consensuadas que permitan conseguir los equilibrios estructurales y funcionales que han de permitir la compatibilidad de la agricultura con la adecuada conservación de nuestros recursos naturales. El aislamiento, programado o espontáneo, al que la sociedad está sometiendo al sector agrario no es la mejor vía ni la más rápida para conseguir los objetivos de sostenibilidad ambiental, social y económica de la agricultura. Cuando un alumno, por el motivo que sea, queda rezagado en clase no se le aísla y margina, sino que se hace un esfuerzo adicional con él para que salga adelante.
¿Qué otros actores están influyendo en la degradación del Mar Menor?
Bueno, los científicos que llevan años advirtiendo de la degradación paulatina del Mar Menor achacan su deterioro a numerosas actividades o actuaciones que han tenido lugar en los últimos treinta o cuarenta años. Entre ellas se destacan el crecimiento de la superficie agrícola, la reactivación de la minería intensiva a mediados del siglo XX y, sobre todo, el boom del turismo que nos condujo a un urbanismo descontrolado que llevó aparejada la construcción de kilómetros y kilómetros de playas artificiales, además de la apertura del Puente del Estacio de la Manga en los años setenta, la construcción de puestos deportivos que cambiaron corrientes marinas y dinámicas sedimentarias, a la vez que aumentaban los vertidos urbanos de aguas fecales.
Desde el inicio de la Cátedra, las investigaciones se han centrado en la desnitrificación de las salmueras producidas en el proceso de desalación de dicha agua. Para ello, el agua se desnitrifica a través de un proceso biorreactor con virutas de madera en tanques de agua. ¿Nos podría explicar cómo es su funcionamiento? ¿Qué niveles de desnitrificación se han alcanzado hasta la fecha?
Este sistema de biorreactores con astillas que estamos investigando en la cátedra desde hace ya dos años fue propuesto como una posible solución por los agricultores que habían oído hablar de él como sistema para desnitrificar aguas de drenaje agrícola en las extensas zonas de cultivo de maíz y soja de EE.UU. Una vez que estudiamos el sistema, el reto era adaptarlo para la desnitrificación de aguas salobres, e incluso para salmueras. Y eso es lo que hemos conseguido.
El sistema se basa en la actividad de toda una serie de microorganismos que transforman las moléculas de nitrato de las salmueras en Nitrógeno atmosférico inocuo que va a la atmósfera. En función de la cantidad de nitratos y del resto de sales que contiene la salmuera, y de la temperatura de ésta, se hacen pasar dicha salmuera por balsas o depósitos más o menos tiempo, entre 8 y 48 horas según los casos, y se consigue eliminar un porcentaje muy elevado de nitratos, entre el 60 y el 95% según la temperatura de la salmuera.
¿Hasta qué punto supone este logro una herramienta útil para los agricultores murcianos? ¿En qué ayuda al sector agrario con su problema de escasez de agua?
A día de hoy supone ya una herramienta muy eficaz para la eliminación de nitratos de las salmueras producidas en las desalobradoras, pero también de las aguas de escorrentía y drenajes agrícolas. Las aguas corrientes por las ramblas y canales de drenaje que circulan hacia el Mar Menor con escasa salinidad y apenas unos 150 mg/L de nitratos se podrían desnitrificar de forma fácil y rápida, como están mostrando los primeros resultados obtenidos en aguas de canales de drenaje. Tengamos en cuenta además que es un sistema extremadamente económico y fácil de implementar que además entra en el concepto de economía circular al utilizar como único consumible astillas o virutas procedentes de la trituración de las podas de cítricos. A parte de este beneficio ambiental, supone una herramienta que permite al agricultor presentar un sistema de desnitrificación requerido en la Ley de medidas urgentes para la protección del entorno del Mar Menor, que impide la desalobración hasta que se tenga un sistema de desnitrificación eficaz. Sin embargo, con toda la frustración que me pueda generar esta afirmación, la inexistencia de un salmueroducto que evacue las salmueras desnitrificadas por el agricultor en su explotación y las intenciones plasmadas por la administración central en el documento del vertido cero al Mar Menor, harán seguramente imposible la implementación de esta herramienta a nivel de explotaciones individuales.
Dicho sistema de desnitrificación proviene de métodos microbiológicos desarrollados en EEUU, pero ¿qué desarrollo ha tenido este sistema en otros países?
Aunque seguramente en EEUU estén más implantados que en cualquier otra zona geográfica quizás, tendría que repasar la bibliografía científica, Nueva Zelanda fuera el país pionero en esta técnica. En Canadá también hay experiencias con este sistema de desnitrificaicón, pero en Europa apenas hay información. Actualmente la Dra. Christianson, de la Universidad de Illinois. es considerada la mayor conocedora del funcionamiento de este sistema y tendremos la oportunidad de contar con su presencia entre nosotros próximamente gracias a una invitación que le hemos hecho desde la Cátedra.
A finales de verano se presentó el último informe de los ensayos de desnitrificación de la planta piloto Tomás Ferro ¿Cómo han evolucionado esos datos hasta el momento?
El día 20 de noviembre de este año ya se cumplen dos años de funcionamiento ininterrumpido de tres biorreactores con astillas de cítrico que desnitrifican salmueras de desalobradora con casi 20 ds/m de conductividad eléctrica y 200-220 mg/L de nitratos. Esto nos ha permitido conocer la influencia de diferentes factores sobre el rendimiento del sistema, fundamentalmente el de la temperatura y el de la edad de la madera, que son factores clave. Hoy sabemos que controlando la temperatura de las salmueras y el carbono que liberan las astillas podemos retirar de las salmueras más del 90% de los nitratos que contienen, y que, incluso sin ningún esfuerzo de control sobre estos parámetros, los porcentajes más bajos de desnitrificación en las épocas más frías pueden rondar entre el 60 y el 70%, y a un coste insignificante por metro cúbico desnitrificado o por kilogramo de nitrato retirado.
Uno de vuestros retos es probar estos ensayos de desnitrificación a nivel finca con los agricultores y cuyo fin sería el de la investigación. ¿En qué punto se encuentra esta iniciativa y qué avances supondría para el sector?
Lamentablemente no nos resulta posible a día de hoy ensayar este sistema a nivel de finca al no disponer de un salmueroducto que evacue las salmueras una vez desnitrificadas. Todas las salmueras desnitrificadas por este sistema tendrían que almacenarse en un embalse de almacenamiento temporal a la espera de que lo retirara una empresa gestora de residuos. Este último paso es muy caro, y teniendo en cuenta que una investigación de este tipo a escala real puede implicar la desnitrificación de 50 o 60 metros cúbicos al día, el coste de la gestión sería inasumible por el agricultor o por el proyecto de investigación. Sin salmueroducto o sin un sistema de evaporación de salmueras que reduzca los volúmenes a tratar por el gestor, me temo que esa investigación a escala real no se llevará a cabo.
Otra cosa es la aplicación a escala real en ramblas y canales de drenaje donde un bypass hacia estos biorreactores desnitrificaría el agua y la devolvería al cauce con mucha menor concentración de nitratos, proyecto que cualquier empresa estatal o privada de envergadura podría llevar a cabo con financiación de las administraciones.
El Ministerio para la Transición acaba de tramitar la Declaración de Impacto Ambiental del expediente «Análisis de soluciones para el vertido cero al Mar Menor proveniente del Campo de Cartagena», en donde aparece este sistema como una posible solución para desnitrificar las aguas del acuífero. ¿En qué repercutirá esta tramitación a nivel socioeconómico y ambiental para los agricultores?
Desde que el Ministerio estudió el primer informe que realizamos para incorporarlo a su estudio de soluciones hemos avanzado mucho y el sistema se ha consolidado como una posible solución.
Es un tema muy complejo el de las repercusiones socioeconómicas y ambientales derivadas de la aplicación de las medidas que contempla dicho documento. Son muchas las medidas propuestas y con un requerimiento presupuestario muy elevado, por lo que resulta difícil prever cuántas de estas medidas se aplicarán y cuándo, teniendo en cuenta la situación de los presupuestos generales del estado. A pesar de las discrepancias que mostraron loa agricultores en algunos puntos de este documento, es necesario que se empiece a andar camino y ya habrá tiempo de corregir errores, si es que se ponen en evidencia.
Otro de los proyectos de la Cátedra es la evaporación de las salmueras producidas por las desalobradoras agrícolas mediante un prototipo de evaporador que se está construyendo en Sevilla y que será instalado en la finca Tomás Ferro. ¿Cuándo tienen prevista su instalación?
Sí, otra posibilidad es evaporar las salmueras, siempre y cuando los costes energéticos lo permitan, y entonces gestionar un volumen mucho menor de residuo. Tengamos en cuenta que un metro cúbico de salmuera evaporada se reduce tan solo a 20 Kg de sales. Esperamos que el prototipo esté instalado en las próximas semanas; realmente está resultando muy compleja la construcción y llevamos más retraso del deseado. Esperemos que el resultado de la innovación compense dicho retraso.
En esta línea, la instalación de esta máquina también pretende obtener un residuo sólido (sales), que podría ser reutilizados. ¿Podría explicarnos en que consiste el proceso? ¿Cuáles son esos productos que podrán beneficiarse?
Claro, como bien dices podría ser reutilizado y dejaría de tratarse como un residuo para ser subproductos. Normalmente cuando se plantean esta cuestión la gente en lo primero que piensa es en la utilización de sales para las carreteras, pero el tema es más complejo, y quizás por eso muy interesante. Las sales obtenidas por precipitación a partir de las salmueras tienen una composición compleja y hay que estudiar si pueden tener salidatal cual se da la mezcla de éstas o si es preferible una separación de las distintas sales o elementos de la mezcla para gestionarlos por separado (calcio, magnesio, cloruros, sulfatos, etc..), pero esto es otro campo en el que, al menos en la cátedra, aún estamos muy verdes. Vayamos paso a paso.
La Cátedra ha previsto organizar para primero de diciembre de este año una jornada técnica internacional sobre desnitrificación en humedales y con biorreactores de madera, contando con dos especialistas de EEUU y con los investigadores de la Región que puedan aportar conocimientos para la discusión. ¿Podría avanzarnos detalles de la jornada?
Bueno, estamos aún perfilando el programa, pero se pretende dar a conocer a todos los sectores implicados en la recuperación del Mar Menor la visión que tienen los mejores especialistas a nivel mundial sobre el funcionamiento y diseño de este tipo de biorreactores en base su yalarga experiencia de más de una década trabajando y estudiando estos sistemas. Por otro lado, tendremos la oportunidad de discutir con ellos nuestros resultados y entonces escuchar su opinión sobre las posibilidades reales de implementar el sistema en el Campo de Cartagena.
EN NOMBRE PROPIO
Libro.. El Viejo y el mar
Color… Azul celeste
Animal.. El perro
Afición.. El campo
Deseo… El buen entendimiento entre las personas
Día de la semana…Cualquiera
Estación…Otoño
Comida… Caldero del Mar Menor
Destino.. Más que un lugar, mi gente
Refrán… Pensando en el Mar Menor y en la DANA te diría que «a perro flaco todo son pulgas»